Errr.
Viene el BRMC el 30 de octubre.
Y ps qué bien.
Pero creo que la emoción ya se me bajó.
Y no sé por qué.
Tal vez es porque ya los vi.
Sí, yo sé que ahora será diferente - más largo y mejorado, como la película de South Park.
Pero ya no es la primera vez.
Tal vez es porque ya los conocí; bueno, no - no los conozco... digamos que tal vez es porque ya tuve mi encuentro cercano del tercer tipo (ja) y ya sé qué esperar. Que es una foto y un autógrafo y, con muuucha suerte, una canción. Pero ya no está la ilusión de que Robert me vea y me secuestre y bla; que, aunque a uno no le guste admitirlo, segurísimo que lo ha pensado. Aunque sea una vez. Tampoco creo que Peter comience a mandarme mails y la fregada. De hecho, es bieeen probable que, si tengo la fortuna de un segundo encuentro cercano del tercer tipo, ni siquiera me recuerden.
Tal vez es porque, desde mayo, ya todo se reduce a las canciones. Entonces, (tal vez) verlos no sea taaan importante porque ya me di cuenta de que esas canciones valen para mí por lo que me hacen sentir a mí, no por las jetas graciosas e inspiradas de Robert cuando canta. O las de la demás gente.
No sé. No sé.
Tal vez no sea nada de eso.
Tal vez sólo sea mi depresión.
Qué triste que mi depresión esté taaan gacha que ni el BRMC me levanta.