miércoles, 26 de mayo de 2010

Ayer me asaltaron

Iba saliendo del metro cuando un adolescente se me acercó. Algo dijo, pero como traía los audífonos puestos, no supe qué fue. Me los quité, pensando en que me estaba preguntando la hora o algo así, cuando me sale con
Bueno amiga, pásate el celular, o ya sabes.

El dude era bastaaante enclenque, así que iba a decirle que no, no sabía, cuando sacó una navaja. Uuuh, no soy muy fan de ver sangre, y menos si es mía, así que le pasé el celular.

Demonios. En la bolsa donde traía el celular venía mi monedero. Lo notó y me dijo
Sigue caminando que me vienen siguiendo
oh genial
y pásame tu dinero también.

Nooo mi dinero de toda la semana nooo.

Me le quedé viendo con cara de odio (maldita sea su navaja) y le dije
Me voy a quedar con lo necesario para llegar a mi casa
porque no jodan, estaba como a una hora de distancia en RTP, y empecé a contar monedas (en el RTP no dan cambio...)

Se desesperó, agarró lo que pudo (o sea, todo menos $6), y me dijo
Yo aquí me doy la vuelta, tú crúzate la calle a la izquierda
Aaaah sí? Nel ni madres, ahí viene el RTP, yo ya me voy...
Y me fui.

(Jajajaja sí, ya sé. Qué me pasa. No sé. Como que en el momento no reaccioné a los eventos.)

Uuugh llegué a mi casa muy triste, - ya no tengo reproductor de música!

Después, obviamente, me enojé...

Pero hoy, ya no me siento tan mal. El celular que el muchachillo me quitó no sólo era más arcaico que mi pijama de dálmatas, si no que ya no servía; yo sólo lo traía porque escuchaba música en él, y porque lo usaba de reloj (y de despertador). Y los audífonos que se llevó con él, estaban pegados con cinta micropore.
Algo me dice que, cuando los dudes que lo mandaron a robarme y nos venían siguiendo (jaja) vean lo que me quitó, se lo van a madrear.

lunes, 24 de mayo de 2010

Zape

Hace unas cuantas semanas, estaba en clase y el profe hablaba de que los objetos no existen por sí mismos, bla bla bla. Para ilustrar, se le ocurrió un libro. Después de decir que habrá alguna tribu en la selva amazónica que no sepa qué son, remató con
(Profe) Incluso las historias que contienen, no son las mismas para todas las personas. Ni siquiera para ustedes mismos - si releyeran su libro favorito de hace cinco años, ya no significaría lo mismo que entonces.
Con lo cual concluyó un pésimo ejemplo para el caso.

El punto es que despertó una curiosidad en mí - ¿qué significaría uno de mis libros favoritos de la prepa ahora?

Después de releerlo quería pegarme un tiro. La relectura me hizo consciente de lo mucho que he cambiado, y de lo poco satisfecha que estoy con la persona que soy ahora. Me sentí muy decepcionada.

Pero era lo que necesitaba. Un wake-up call pesadito, sin mitigantes. Un golpe a la cabeza que me hiciera reaccionar.

No voy a decir que por fin voy a cambiar porque me conozco. Y como dice una amiga, no es que uno cambie, es que se acostumbra.

Mas creo que, al menos, ya estoy en el terreno de comenzar a hacer algo.

viernes, 21 de mayo de 2010

Viernes de visita semanal a los sobrinos

M: ¿Hoy no te vas a quedar a dormir?
Memmis: ¿Quieren que me quede a dormir?
A: ¡Queremos que te quedes a vivir!

lunes, 17 de mayo de 2010

El otro día me topé a una amiga de la secundaria. Ya que había mucho que contar, terminamos platicando en la sala de su casa. Aunque en realidad nunca me llevé bien con mis compañeros (excepto un par de honrosas excepciones), y por eso mismo nunca les seguí la pista, por pura curiosidad me enteré de mucho chisme - no sé cuántos ya tuvieron hijos, otros que no están estudiando, blaaa.

Después comenzamos a platicar de lo que estábamos haciendo o planeábamos hacer. Yo le dije que ya terminé mis materias, que ya liberé el servicio social, que ya acredité el idioma. Que ahora lo único que me falta es la tesis (jo). Blaaa.

Ella se quedó callada un momento. Creo que consideraba cómo decirme lo que quería sin lastimarme. Total, me soltó que se había sorprendido mucho con mi elección de carrera, que todo el tiempo sintió que me estaba desperdiciando, y que muchos compañeros, incluida ella, siempre habían pensado que yo daba para más.

Cuestionable como es eso de que me estoy desperdiciando porque seguro doy para más (yo no lo creo), lo dejé de lado. Lo que más me dolió fue que personas tan ajenas a mi existencia hubieran notado, antes que yo, que la estaba cagando y en graaande, estudiando eso.

martes, 11 de mayo de 2010

Eso es estar desesperado

Desde el sábado ando con dolor de garganta. Pero como la única molestia que había tenido, aparte de la garganta rasposa, era un ligero dolor de cabeza, no le había dado mucha importancia, y no tomaba más que tecito con limón.

Sin embargo, hoy llevaba apenas hora y media leyendo en la biblioteca cuando me dio fiebre. Bien por mí. Me mareé horrible, y como ya no podía leer, decidí regresarme a mi casa. Lo cual es más fácil de decir que de hacer, porque la Vasconcelos me queda como a una hora de distancia.

Iba yo por fin en el camioncito, cuando un dude se sentó al lado. Se me quedó viendo de pronto, y me preguntó si me sentía bien. Le dije que creía que tenía algo de fiebre, pero nada del otro mundo. Y me soltó que si no quería que me acompañara a mi casa.

De inmediato dije que no, pero muchas gracias. Lo primero que pensé fue - quién demonios eres dude, ni mis amigos saben dónde vivo (jajajajaja true story).

Igual, qué amabilidad, el chico no tenía por qué molestarse, qué tal que le decía yo que sí...
Probablemente eso hubiera considerado si no me hubiera soltado un No podemos dejar que una niña tan linda no llegue a su casa.

A ver, muchacho. Está bien que tengo fiebre, pero todavía no pierdo el sentido. Estoy segurísima de que tengo los ojos inflamados y llorosos. Tengo la nariz roja y estoy suuuper mocosa. Por la fiebre tengo cara de zombie. Añade a eso que no me baño desde el domingo, y si tomas en cuenta las altas temperaturas que estamos teniendo en la ciudad, deja tú de lado mi cabello seboso, seguramente apeeesto.

Así que hazte para allá creeperrrr.

Me le quedé viendo tan feo que se cambió de lugar. No sé en qué momento se bajó del camión, pero bien por él.

A eso le llamo yo desesperación... y lo dice una chica cuyas aspiraciones en la vida incluyen sobarle la panza a Joshua Homme.

sábado, 8 de mayo de 2010

Post de relleno: Comentarios que me han hecho por mi nuevo corte de cabello

- Antes te veías más rocker
- Nooo, ¡¿por qué!?
- ¡¿Qué te hiciste!?
- No se te ve mal. Pensé que estaría más corto
- Te ves muy linda
- Ni modo, ya crecerá
- Voy a extrañar tus rizos
- Te dejaron calva de atrás
- A mí me gustaba más antes
- Ay perdón, es que sin tu matota no te reconocí
- Pensé que ya no podías verte más cool, pero sí puedes!
- Se parece al de mi hija
- Ya no te ves tan ácida

Update:
- Se parece al de Peter Hayes (!!!)

lunes, 3 de mayo de 2010

When she wakes up in the morning, she writes down all her dreams

Yo soy de las personas que olvidan lo que soñaron a los cinco minutos de haberse levantado. No sé por qué estaba haciendo drama por eso, pero mi amigo el calcetín me recomendó mantener un diario de mis sueños.

La idea es, antes de hacer cualquier otra cosa, escribir todo lo que uno recuerde de sus sueños justo después de despertarse; así lo que se soñó está más fresquecito jaja, más claro.

Llevaba ya algunas semanas anotando lo que podía en una libreta que mantenía junto a mi almohada (para que el asunto fuera más rápido y se me fueran menos detalles), cuando hoy por la tarde decidí revisar qué tanta cosa había soñado últimamente.

Oh sorpresa, mi caligrafía de por sí es casi ilegible, pero dado que además estaba escribiendo en estado semi-inconsciente, resulta que no entiendo ni la mitad de lo que hay en ese cuaderno.