viernes, 29 de abril de 2011

Síganle, se les va a caer la cabeza.

Algún comentario que vi en twitter el otro día (no recuerdo qué decía ni respecto a qué) me dejó pensando - mientras no podía dormir - en qué es eso de tener la mente abierta. Y llegué a la conclusión de que es una porquería.

Creo que la gente que dice que es de mente abierta me cae peor que los de mente cerrada. Al menos éstos ya sabes que por todo te van a ver feíto. Pero los primeros... siento que la banderita que enarbolan es algo como sé que eres raro y estás mal, pero no te preocupes, yo te tolero. Igual van a clasificar y etiquetar a toda la humanidad, igual te van a tachar de equis, ye, o zeta, qué horror de persona!, pero son bien buenitos y te perdonan la existencia. O sea, hacen lo mismito pero con la pose de buena gente por delante, segúúún.

Pues neeel. Para empezar, no tendríamos por qué juzgar a la gente. Pero si lo vamos a hacer, y vaaaya que lo hacemos, me parece que tendríamos que considerar a la persona en particular, y no al ~grupito al que creemos que pertenece y lo define, y si ese grupo está bien o no, y si lo acepto porque está bien o lo tolero y me aguanto aunque esté mal, porque soy de mente abierta.

Para mí eso no funciona, porque gente apestosa hay en todos lados, y de infinitas formas.

Claro que yo lo tengo muy fácil; a mí de entrada todos me caen mal.

lunes, 18 de abril de 2011

Diversión en vacaciones

Hoy en la mañana iba llegando a CU cuando una señora se me acercó y me preguntó cómo llegar a la Biblioteca Central. Yo iba para ahí mismito, así que le dije que me siguiera.

Como cualquier persona que no sea yo, la señora asumió que como venía caminando a mi lado tenía que hacerme la plática, por lo que me dijo que habían mandado a su hija a la BC a sacar una ficha bibliográfica. Y añadió
(señora) En vez de dejarla disfrutar sus vacaciones, la mandan a la biblioteca!
Para qué, si apenas va en tercero de primaria... Y también la mandaron a dos museos!

No diré nada de los museos, porque muuuy pocos están diseñados para atraer a los niños, así que si los chamacos se aburren y no les interesa, la verdad no es su culpa (demonios, debí pensar en ese tema de tesis antes...). Pero la biblioteca... qué tiene de malo la biblioteca, señora!? Qué no ha visto que hasta a Gloria Trevi le gusta leer (cof)? Y ni que la pobre niña pudiera salir al parque en las tardes, con tanta lluvia...

Échenle la culpa a mi madre, pero a mí siempre me ha gustado leer. Y cuando salíamos de vacaciones, llevaba mi cargamento de libros para no aburrirme. Todavía llevo un libro a todos lados cuando salgo, para aprovechar el tiempo en el transporte público.

Me pregunto por qué no todos son así. No es que sea muy difícil inculcarle a un niño el hábito de la lectura, sólo hay que encontrar algo que les guste - yo a mis sobrinos les metí el gusto con la serie del Capitán Calzoncillos, y ahora me chillan cada semana porque su mamá no los ha llevado a la Biblioteca Vasconcelos.

Tal vez es por esa imagen que solemos dar los aficionados a la lectura - que es algo muy solemne, y muy serio, y sólo para gente muy intelectual y selecta. Cosa que, obviamente, no es así.

O tal vez es por el precio de los libros; a mí sí me duele el codo. Claro que, por eso, voy a la biblioteca, duuuh.

No sé. Podrían decirse muchas cosas al respecto.

Sólo sé que me dio mucha tristeza la pobre niña, jodida de entrada por culpa de su mamá.
Fue como la tristeza chiquita que me da cuando veo a alguien tirar basura en la calle.

domingo, 17 de abril de 2011

Breve, tardía y chafísima ~reseña de Deftones y A Place To Bury Strangers, 11 de abril en el Palacio de los Deportes

No entiendo por qué todo me está dando risa. Tal vez porque me siento como si hubiera viajado al pasado: voy a ver a Deftones. Tantas gorras y shortcitos cargo... la chica con las calcetas hasta media pierna fue demasiado, aaah la prepa.

A Place To Bury Strangers es, probablemente, la cosa más impresionante que he visto en vivo (awww, sáquenme a pasear más seguido). Son tan, tan, taaan buenos... Una semana después, y yo sigo horny. Chillo un poco porque no los vi en el Sonorama. Chillo mucho más porque nadie los pela, ni les agarra la onda. Entiendo que no van a ver al telonero, pero qué no están viendo/escuchando lo mismo que yo, bola de pasmarotes?! Si hasta le bajaron al volumen de su guitarra desde la consola! Eeen fiiin. Yo estaba ahí más por ellos que por los Deftones, los disfruto mucho y me babeo toda. Sonrío imbécilmente cuando empieza Deadbeat, porque la había traído en la cabeza toda la semana.
Necesiiito que Dion me enseñe a escupir...

Deftones estuvieron bastante bien, pero no me impresionaron. No me emocioné mucho tampoco; canté poquito y sólo sonreía porque era Chino Moreno el que estaba ahí enfrente (gracias, san Charmín, sigue delgado y hot; así sí le perdono la camiseta de douche que se puso después del encore). Creo que sólo me puse loquita con Be quiet and drive, pero fue más nostalgia (obviamente) que otra cosa.

Bueh, al menos puedo decir que por fiiin ya los vi.

viernes, 15 de abril de 2011

Mi canasta básica vacacional

  • Tortillas
  • Leche
  • Salchichas
  • Cebolla
  • Pepsi Kick

viernes, 8 de abril de 2011

La sonrisa del diente feo otra vez.

Me lancé con pocas ganas a ver a los Mystery Jets. El set acústico no me tenía nada convencida.
Pero Blaine Harrison es Blaine Harrison.
Estúpida como soy, volví a ponerme mi camiseta de conejos.

Ya estando adentro comienzo a emocionarme. No por la banda que abrió, la verdad me dieron mucha flojera. Rescato las caras del baterista (se le quedaba viendo al platillo como si le hablara y hubiera inferido por fin la Teoría Unificada, inteeenso), que aparentemente al bajista nada le da pena, y que Lilian tiene razón: el vocalista se parece a Pedro (Vote for Pedro!)

Me agrada que el lugar no tenga valla, los veré de muuuy cerca. Mariel me encarga su bolsa, hay que tomar fotos.

Las luces del lugar me marean. Los tipos de enfrente me hacen enojar. Regina se queja mucho.

Comienza Alice Springs y me vale.

(William) Qué pedo?
Lilian y yo nos reímos. Mucho.

Me pregunto en qué momento Kai se puso taaan hot. De Blaine ya sabía, y además me mata de ternura. De Kapil ya sabía, y además me parece que es la pura buena onda. De William ya sabía (que no).
Seguramente es porque dejó de pintarse del cabello de rubio (graciaaas).
Y algo tiene cuando se mueve. Cof.

Se vienen Half in love with Elizabeth y
Serotonin. Se escucha a la gente cantar. Yo bailo también. Serotonin me gusta mucho. Me molestan tantas cámaras.

Con Young love la gente se pone muy loca, lo que me da mucho gusto. Tristemente, me cuesta trabajo disfrutar de un concierto si soy la única que canta y se emociona.
Ni modo Lilian, no se apareció Laura Marling.

The girl is gone y Hand me down.
(Blaine) Mexico, you are so cool.

De pronto,
(William) Do you feel like dancing?
o algo así, suena un ritmo extraño en la batería, y
(Blaine) Mamacitaaas
o muchachitaaas, o lo que haya sido.
What the fuuuck, Lilian y yo nos reímos demasiado, qué pasa, que alguien me explique! En fiiin, sólo pedimos que si alguien va a bailar, que sea Kai, graciaaas.
Kai se sube a la plataforma de la batería, William deja la guitarra y toma el micrófono.
Tocan After Dark. Confieso que yo no la conocía, lo cual es algo penoso considerando que William me puso el micrófono enfrente para que cantara. Sueeerte que fue en la parte del aaah nada más.
Emocióóón, soy una estúpida y William se me acercó.

Muchos brincos en Hideaway. Aplausos en Show me the light. Perdonen si me pongo muy loca, pero es que está cantando William.

En algún momento Blaine le echa flores a William, diciendo que él sólo canta y que William se merece todo el crédito, y yo asiento estúpidamente.

Melt. Manitas de izquierda a derecha, de izquierda a derecha. Fue como un bajón. Pero muy bien colocado, porque después tocaron Two doors down y todo explotó. Fue la canción más coreada de la noche, si me preguntan a mí. Ahora no hubo coreografía.

Dreaming of another world era la canción que yo estaba esperando, y no me gustó taaanto. Probablemente porque a Blaine se le olvidaron los teclados como hasta la mitad. Pero está bieeen, me concentraré en lo demás. Como Kapiiil y cómo toca la batería.

Blaine gira y tira su micrófono. Mientras espera a que se lo vuelvan a acomodar, levanta los brazos pidiendo aplausos. Todo lo que hace es una maravilla. .

Behind the bunhouse es una favorita y
me gustóóó, mucha gente la había estado pidiendo a gritos. Willian se acerca a Blaine, se aman y yo sonrío. William acerca la guitarra a la gente (o fue en otra canción? Mmm...) y yo toqueteo su mano, porque soy estúpida. La terminaron leeento y salieron del escenario.

Creo que la gente que ahora va a los conciertos no sabe lo que es un encore...

Cuando regresan, William avienta algo al aire. Me vuelvo loca, yo quiero, qué es?!
Pétalos. De rosa. Falsos.
OOOK.

Flash a hungry smile, wooo brinquemos todos y por favor sonrían. Kai alaba la cerveza mexicana, lo sabemos, lo sabemos.

Regina de algún modo me cuela para adelante. Yaaay.

Cerraron con Flakes. Qué bueno, muchos se hubieran suicidado si no; todo el mundo la quería, y la pedía y la pedía. Les quedó muy bonita.
Yo morí de amor porque, mientras todos veían cantar a Blaine, yo veía embobada a William. Y él, de pronto, levantó la cabeza y me vio. Y me sonrió. Yo sonreí porque, jodeeer, me estaba sonriendo, y él sonrió más.
Y la sonrisa del diente feo obró su magia otra vez.

Se les vio muy contentos todo el tiempo. Dijeron que vendrían más seguido, yo espero que sí.

Oh, esperen un momento. San Charmín tal vez sí me quiere! El show no fue acústico. Bieeen.

Al final, me dio mucho gusto haberme animado a asistir. Podrían haber tocado más canciones - eso sí, se saltaron Alas Agnes y no chilloteé, gracias - pero terminé muy satisfecha. Tal vez porque su alegría se contagiaba, y porque estuvo muy bueno y no me lo esperaba.

Alguien por favor contrate a Kapil para mi cumpleaños, que Kai baile y William se mude dos pisos abajo.
Mientras Blaine me enseña a combinar mi ropa.



La primera vez de la sonrisa del diente feo, acá.

sábado, 2 de abril de 2011

I couldn't tell if you were boy or girl ♪

El jueves que, como cada semana, visité a mis sobrinos, me enteré con horror que el mayor de ellos ha entrado a la pubertad.

Creo que sentí feo porque realmente no lo esperaba; siento que es muy chiquito para eso aún.

Y es que si tomamos como ejemplo mi caso, esa etapa no sólo me llegó muy tarde, sino que a los 23 años sigo sin estar segura de que me crecieron las bubis
(y ni hablar de un desarrollo y/o madurez intelectual o emocional...)

Con algo de pena he de decir que, aparentemente, no soy la única con esa duda.

Esa misma tarde esperaba el RTP para regresar a casa. Una señora se me acercó para pedirme cambio, y establecimos la consabida conversación
(señora) ya tardó en pasar
(Memmis) va a venir bien lleno
(señora) y con el calor que está haciendo...

Un momento después, se veía venir ya el RTP a lo lejos. Y qué suerte, era el RTP rosita!

Dejé subir a la señora primero, y cuando ya me disponía a depositar el importe de mi pasaje en la alcancía, escuché que el operador de la unidad me decía
(chof) Servicio sólo para damas.

Yo sé que, de por sí, no soy muy agraciada, y además suelo no echarle muchas ganas a eso de verse bien; sé que siempre he dicho que mi cara tendría más sentido de haber sido niño, y que en mi casa alguna vez nos reímos porque en la colonia llena de guarros donde vivimos, nadie me chifla nunca (que bueeeno, tampoco es que me haga falta).

Es un hecho de mi existencia con el que aprendí a lidiar hace ya algo de tiempo; no es que no me moleste (aunque no me molesta mucho, tampoco), sencillamente la vida sigue.

Pero taaanto asííí?

No pude evitar el sentirme un poco mal. Sobre todo cuando escuché a la señora decir
(doña) Pero estaba hablando con ella en la parada!
como explicando que al menos mi voz sí es de niña, pero viéndome detenidamente, como evaluando su primera impresión.

El chofer me dejó subir, pero no me pidió disculpas, y no se le veía muy apenado tampoco (que igual le pasa a cualquiera, no es para tanto, supongo). Me pasé hasta atrás mientras todas las viejitas me veían, y cuando me bajé, me sentí obligada a regalarme una dona de chocolate.

Es una tristeza chiquita que todavía siento en mi panza.

Tres cosas:
- No importa qué tanto suba la temperatura las próximas semanas, ya no me voy a rapar
- No volveré a burlarme en mi cabeza de los señores que hacen berrinche cuando pasa primero el RTP de servicio exclusivo para mujeres
- Si consigo boleto para los Mystery Jets y se les ocurre tocar la canción de la cual me robé el título de mi entrada voy a chillar.