lunes, 18 de abril de 2011

Diversión en vacaciones

Hoy en la mañana iba llegando a CU cuando una señora se me acercó y me preguntó cómo llegar a la Biblioteca Central. Yo iba para ahí mismito, así que le dije que me siguiera.

Como cualquier persona que no sea yo, la señora asumió que como venía caminando a mi lado tenía que hacerme la plática, por lo que me dijo que habían mandado a su hija a la BC a sacar una ficha bibliográfica. Y añadió
(señora) En vez de dejarla disfrutar sus vacaciones, la mandan a la biblioteca!
Para qué, si apenas va en tercero de primaria... Y también la mandaron a dos museos!

No diré nada de los museos, porque muuuy pocos están diseñados para atraer a los niños, así que si los chamacos se aburren y no les interesa, la verdad no es su culpa (demonios, debí pensar en ese tema de tesis antes...). Pero la biblioteca... qué tiene de malo la biblioteca, señora!? Qué no ha visto que hasta a Gloria Trevi le gusta leer (cof)? Y ni que la pobre niña pudiera salir al parque en las tardes, con tanta lluvia...

Échenle la culpa a mi madre, pero a mí siempre me ha gustado leer. Y cuando salíamos de vacaciones, llevaba mi cargamento de libros para no aburrirme. Todavía llevo un libro a todos lados cuando salgo, para aprovechar el tiempo en el transporte público.

Me pregunto por qué no todos son así. No es que sea muy difícil inculcarle a un niño el hábito de la lectura, sólo hay que encontrar algo que les guste - yo a mis sobrinos les metí el gusto con la serie del Capitán Calzoncillos, y ahora me chillan cada semana porque su mamá no los ha llevado a la Biblioteca Vasconcelos.

Tal vez es por esa imagen que solemos dar los aficionados a la lectura - que es algo muy solemne, y muy serio, y sólo para gente muy intelectual y selecta. Cosa que, obviamente, no es así.

O tal vez es por el precio de los libros; a mí sí me duele el codo. Claro que, por eso, voy a la biblioteca, duuuh.

No sé. Podrían decirse muchas cosas al respecto.

Sólo sé que me dio mucha tristeza la pobre niña, jodida de entrada por culpa de su mamá.
Fue como la tristeza chiquita que me da cuando veo a alguien tirar basura en la calle.

2 comentarios:

Muñeca de Ojos Tristes dijo...

Por eso estamos como estamos. Oye, si la mamá ya de plano opina eso sobre ir a la biblioteca, ¿qué futuro puede esperarle a esa pobre niña?

Kune Kune dijo...

Tal ves lo que falta es difusion, hace poco fui al MAP (Museo de Arte Popular) y esta muy bueno y entretenido el lugar.
Algo que me he dado cuenta es que cuando traes un libro la gente siempre trata de leer el titulo, yo siempre les doy chance, pero hay unos que hasta lo ponen encima de sus piernas para que nadie vea que leen, les dara penita?