domingo, 17 de abril de 2011

Breve, tardía y chafísima ~reseña de Deftones y A Place To Bury Strangers, 11 de abril en el Palacio de los Deportes

No entiendo por qué todo me está dando risa. Tal vez porque me siento como si hubiera viajado al pasado: voy a ver a Deftones. Tantas gorras y shortcitos cargo... la chica con las calcetas hasta media pierna fue demasiado, aaah la prepa.

A Place To Bury Strangers es, probablemente, la cosa más impresionante que he visto en vivo (awww, sáquenme a pasear más seguido). Son tan, tan, taaan buenos... Una semana después, y yo sigo horny. Chillo un poco porque no los vi en el Sonorama. Chillo mucho más porque nadie los pela, ni les agarra la onda. Entiendo que no van a ver al telonero, pero qué no están viendo/escuchando lo mismo que yo, bola de pasmarotes?! Si hasta le bajaron al volumen de su guitarra desde la consola! Eeen fiiin. Yo estaba ahí más por ellos que por los Deftones, los disfruto mucho y me babeo toda. Sonrío imbécilmente cuando empieza Deadbeat, porque la había traído en la cabeza toda la semana.
Necesiiito que Dion me enseñe a escupir...

Deftones estuvieron bastante bien, pero no me impresionaron. No me emocioné mucho tampoco; canté poquito y sólo sonreía porque era Chino Moreno el que estaba ahí enfrente (gracias, san Charmín, sigue delgado y hot; así sí le perdono la camiseta de douche que se puso después del encore). Creo que sólo me puse loquita con Be quiet and drive, pero fue más nostalgia (obviamente) que otra cosa.

Bueh, al menos puedo decir que por fiiin ya los vi.

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