sábado, 8 de agosto de 2009

Decepción

La gente que me conoce suele decirme (sermonearme?) que me quejo de cosas bastante estúpidas, que no valen la pena; que soy una dramática y que me gusta sufrir, que realmente no es que me sucedan grandes tragedias.
Creo que lo que me molesta de eso es que yo lo sé... yo sé que no es que mi vida apeste y todo vaya mal.
Es sólo que a mí, lo que me pone mal, son las pequeñas cosas. Las cosas nimias e intrascendentes son las que suelen tirarme. Son las pequeñas decepciones las que me hacen reaccionar peor.
¿Por qué? Porque no tengo grandes expectativas respecto a la vida; porque yo nunca he aspirado a grandes cosas. Yo sé que no doy para más.

7 comentarios:

diomedes davor dijo...

cuando te dicen que la vida se trata de nacer, crecer, reproducirse y morir... suena sencillo y aburrido, pero lo chido de la vida, yo digo, es lograr cosas que no creías que las ibas a lograr... así que imagínese todo lo chido que le espera

Muñeca de Ojos Tristes dijo...

Yo digo que te menosprecias demasiado. Sé que en ti existe mucho potencial para ser todo lo que tú quieras. Es cuestión que lo decidas y trabajes en conseguirlo. Sabes que cuentas con mi apoyo, ¿verdad? ^^

Lorena S. dijo...

Lo mejor es salir del cascarón y ponerse a enfrentar los madrazos que lleguen, irónicamente así es como se encuentra la paz.

Jejeje
Saludos!!

Anónimo dijo...

Nomás falto una mélodía con violín de fondo.

Anónimo dijo...

No es gran problema si no tienes excpectativas de la vida; yo tampoco las tengo. Uno se da cuenta que no quiere cambiar la vida de alguien o de muchas personas, uno se da cuenta que no quiere cambiar el mundo ni salvarlo... pero de lo que uno sí se da cuenta es de que sólo quiere hacer pendejadas que le diviertan (sin llegar a cometer crimenes ni dañar la integridad de los demás y blah blah blah esas mamadas)

Anónimo dijo...

Quise decir EXPECTATIVAS. Dispensarás el HORROR ortográfico.

Anónimo dijo...

Conclusión? Sólo haz pendejadas que te diviertan. No hagas caso de los "sermones", a final de cuentas cada quien tiene sus ondas internas que nadie más entendería.