viernes, 29 de enero de 2010

Hace unas semanas recibí la noticia de un logro importante. Y en vez de sonreír y alegrarme, me puse muy triste y lloré como magdalena unas buenas dos horas.
Por qué? Porque mi papá es una de las mayores motivaciones que tengo a la hora de hacer las cosas en serio, y vive a 800 kilómetros de distancia, y no está en los momentos en los que el (semi)esfuerzo rinde frutos y eso me pone mal.
Demonios, lloré porque quería que mi papá me diera un abrazo.
Total, unos días después me quedé pensando en que tal vez el ser adulto signifique dejar de esperar los aplausos de los padres y comenzar a hacer las cosas como se debe, por uno mismo. Y pensé que estaría bien. Hasta creí que el pensar eso ya era un paso hacia la madurez, jajajajaja.
Pero las idioteces que hice esta semana sólo me confirman que aún no estoy lista para salir al mundo real (y probablemene nunca lo esté).

4 comentarios:

Muñeca de Ojos Tristes dijo...

Lo que haya sido que hayas logrado, te felicito por tu (semi)esfuerzo. Aunque lo dudes, estoy segura que le echaste todas las ganas del mundo para poder alcanzar ese logro.

Y créeme, tu papá aunque sea a la distancia está más que orgulloso de ti. Cuando se vuelvan a ver te va a festejar a lo loco porque lo mereces.

Ah, y muy probablemente nos tome AÑOS madurar. Al menos así será si no nos queremos conformar con lo que la sociedad considera ser 'adulto'.

Por lo pronto te mando un abrazo enorma y todos los ánimos habidos y por haber. Y estate orgullosa de ti misma, eres una chingona. =)

Muñeca de Ojos Tristes dijo...

enorme*

Karla con K dijo...

Nooo, te rayas por todo! Dios!

Anónimo dijo...

Hello

It is my first time here. I just wanted to say hi!