Cuando llego a la fila noto que la mayoría de la gente apoya al Manchester; yo me siento mal de no poder mostrar mis colores - algo que siempre me ha dolido mucho es no tener una camiseta del equipo que, desde hace ya bastante tiempo, me infarta.
Entramos. Nervios.
Comienza el partido y quiero chillar - comienza la masacre...
Alto - llega el gol. Eto'o.
Y todo cambia.
No sé qué le pasó al Manchester, pero, contra (incluso) mi propio pronóstico, ganamos.
El Barcelona es el Campeón de Europa.
Puyol como lateral, más arriba de los 3/4 de cancha.
Valdés arriesgado, pero certero.
Sylvinho como hacía tiempo no lo veía.
Messi atrevido y risueño.
Iniesta inspirado. Xavi aún más. Los amo. Verlos jugar juntos es un sueño. Los mejores, por supuesto.
El héroe, Pique.
La pelota se mueve de un lado a otro en los pies del FCB mientras Cristiano Ronaldo se va emberrinchando y Wayne Rooney comete errores bobos (yo en verdad, no entiendo qué le pasó. A él y a los demás).
Yo, sin embargo, no me siento tranquila. Sé que no importa que mi equipo mueva tanto el balón si no logran meterlo en la portería.
Poste de Xavi al 53'.
Y, al minuto 70, Messi mete su primer gol contra un equipo inglés. Y de cabeza, jaja.
No importó qué tanto se peleó Ronaldo con Puyol, ni que sir Alex Ferguson decidiera terminar el partido con cuatro delanteros en la cancha (esperemos que Carlitos sí se quede!).
Faltando 10 minutos de partido, el Manchester renunció y dejó de jugar (lo que me parece en verdad muy triste).
Y así, puedo decir orgullosamente que mi adorado FC Barcelona es el primer equipo español en obtener el triplete.
Mi felicidad está más allá de toda palabra.
Quisiera terminar, dedicándole mi entrada y mi alegría a Pep Guardiola (sí, ya sé que no lo va a leer).
Desde el principio confiamos en ti. Esa confianza nos la has pagado con creces.
Mil gracias.
Visca el Barça!