Aaaaah flojerita. Nada qué hacer. Bueno sí, debiera ponerme a estudiar alemán, mínimo comenzar a pasar mi cuaderno en limpio, pero qué flojera jojo. Así que aquí estoy, haciéndome mensa, como acostumbro. Claro que antes solía hacerme mensa en el MySpace y ahora me la vivo aquí... qué raro. En fin.
Una entrada del blog de mi buen amigo Diomedes (diomedes d nots) me hizo preguntarme por qué demonios tengo un blog.
¿Para qué demonios tengo un blog?
No tengo ni idea. Recuerdo que lo abrí en un momento en el que estaba hastiada y decidí lanzarle mis quejas al mundo (pfff). Y creo que para eso lo he usado... para chillotear en otro lugar diferente del MySpace. Lo cual no tiene mucho sentido tampoco, porque ¿quién lee mi blog? La gran mayoría, son personas que saben que tengo uno porque lo anuncio en el MySpace. Duuuh. Así que... ¿por qué no publicarlo ahí? Antes lo hacía...
Además... en serio, ¿de qué le sirve a nadie mi blog? Mis entradas no hacen reír, no hacen llorar, no generan opiniones. Ni siquiera me sirven a mí, porque las releo miles de veces y me enojo más, o me deprimo más, o lo que sea... y nadie me deja comentarios para sentir que, al menos, a alguien le importó lo que escribí. En serio! Si me tomé el tiempo de redactarlo y revisar su ortografía (jajajaja), e incluso meterle fotos, fue porque quería que alguien lo leyera y dijera algo. Pero neh. Casi nadie lo hace. Como en ésta.
Y bueno. Lo notan? Otra vez estoy chilloteando. Me pregunto si alguna vez he hecho otra cosa.
Pero bueh. Aprovecho para recomendarles el blog Habemus Mierda, que a mí francamente me gusta muchísimo, y me hace reír siempre.
Aléjense de mis nubes de tempestad y aviéntense una buena carcajada, que neto, a nadie le sobran.
1 comentario:
yo sí la leo doña memmis, y otra de las funciones de los blogs que se me acaba de ocurrir es que en un futuro lejano podemos releer y recordar nuestros sufrimientos pero desde otra perspectiva, la de la memmis del futuro
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